Sonrisas atípicas en lugares recónditos.
Malos pensamientos en momentos inhóspitos.
carcajadas de majadería en cualquier bar,
llevándote por delante el mar.
Me das vida, me das brío,
me das todo eso que a mi guitarra le da brillo.
Canciones cantadas a los cuatro vientos
en momentos de increíble remordimiento.
Los objetos mal pagados
serán ahora revalorados.
Por tí, por mí,
por todo aquel que se atreva a no mentir.
Todo lo que tu vida llena,
hace la mía simple... pero plena.
Tres minutos capaces de quitarle la tristeza
hasta al más hundido en la pobreza.
De amor, de alegría,
de tantas cosas frías.
Desnudos mis ojos frente al sol,
quémame, no los quiero.
No hace falta ver para creer.
Yo creo, en lo que no veo.
Creo en mí, en tí.
En sí.
Sí para decir,
todo lo que mi cabeza se digna a pulir.
Suave amapola, triste mariposa.
Vuelas sin salida.
Salva mi vida, del todo, no está perdida.
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