lunes, 13 de febrero de 2012

February made me shiver.

Temblando. Estoy temblando. Febrero pasa, y mi tiempo se desgasta en sus brazos helados como dos rocas de un acantilado. Quiere calor. Me da Frío. Se lo doy. ¿Puede? No se sabe.
Pregunta. Cuestiona. Me tiene en un sino sin saber si "si" o si "no". Mátame pero no me tengas así. Febrero frío. Febrero infierno. Febrero: tiemblo.
Ayuda, ¿pedir o no? Mejor reservarse, ¿O quizás no? GRAVE ERROR.
Busca fuera. Mira dentro. Sácalo. Déjalo crecer. Sin miedo. Sin terror. Pero tiembla. Aunque te mueras de calor. TIEMBLA.
El miedo, siempre ahí. Hay que superarlo. Te ayudo. Lo prometo. Pero otro febrero ratero no. Súplicas que sé que no llegan a buen puerto. Máquinas naturales con ciertos toques hivernales.
No miento si te digo que, intentar es ganar. Lo que sea. Pero siempre se gana. Aunque sea una simple experiencia. Si no intentas, no sabes.
Me quiero morir en un pozo sin fondo, pero a la vez no puedo hacerlo. Me tengo en ascuas de lava en un terremoto. Me tiene en frío. Siento frío.
Frío. Hivernal. Mucho y poco.

Siento poder, querer y tener. Lo que no siento es...

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Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.