sábado, 21 de enero de 2012

Ataques inspirativos que no llevan a nada.

Mira al cielo. Cierra los ojos. Y con ellos cerrados contempla lo que oyes.
Ruido. Fuerte. Te molesta, pero sin saber cómo, quieres aguantarle, a ver en que se convierte. Por si las moscas.
De repente, comienzas a pensar en algo en lo que nunca antes habías pensado. Un viaje. A Hawaii quizás... si, ¿porqué no? con sus volcanes escupidores de fuego al más puro estilo llama. Esas playas paradisíacas con arena blanca, cual piel de vampiro. Con ese agua cristalina, que asemeja a un suelo de cristal por el que se podría correr sin riesgo a caer. Con seguridad y armonía. Y te despejas.
Ahora, notas, sin darte cuenta, que el ruido comienza a tornarse en algo diferente, más dulce quizás. Algo que ya empieza a sonar bien. Algo que sin quererlo, te inspira. Y piensas en una palabra. Y otra y otra más. Poco a poco vas formando frases. Letra para una canción. Es bonita sí.... Buscas desesperadamente un papel y algo para escribir. Algo que te permita conservar tu inspiración y convertirla en algo mejor. Pero no lo encuentras. Tratas de acordarte de todo lo que acaba de visitar tu cabecita loca. Pero al minuto ya no sabes ni de lo que hablaban esas palabras unidas formando una canción.
-Piensas- si tan solo hubiera tenido algo con lo que mantener ese ataque...
Esos ataques, que al fin y al cabo, son en vano, porque luego no lo desarrollas. Esos ataques que sin querer, te hacen sentirte un poco más vivo por dentro. Esos ataques sin sentido que te llenan de ganas de ver el sentido de tu vida. Esos ataques de locura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.