Tras haber tachado el primer lunes de rutina del año, tras haber empezado todo después de un stop que ha parado mi vida por completo, me siento, con ganas energía y dolor de anginas. Me siento en mi silla, a pensar, a escribir, a soñar despierta con los millones de momentos que me quedan de vida... con todos ellos. Las millones de sonrisas que me quedan por sacar a tanta gente y la de personas que quedan por contagiar de la locura insana que me invade... momento a momento.
Las cientos de canciones que he empezado a escribir y a las cuales no he dado final, acordes o ritmo, me dan ganas de decir "¿Por qué pararse?" No pienso dejar nada atrás, ni impedir que mi vida no experimente lo nuevo que la queda por conocer.
No soy igual a nadie, lo sé. Tampoco quiero serlo.
Que si la vida es una orgía, yo voy de paja mental.
Con mis simples complicaciones que hacen mi día a día mas no-llevadero. Más genial y más rayante. Pero es lo que es la vida, una bipolaridad total. Y así me gusta. Nada de ser feliz a tope, ni triste color marrón caca. Hazte intermedio, ¿o rosa o marrón? ¿Quién lo dijo? Aquí presente, yo soy azul océano. Elige tu color. Debería haber una máquina expendedora que nos tatuara con nuestro color. Así se sabe de qué vamos.
Perderme en mi isla desierta, mi mundo, mi habitación, o simplemente mi cabeza.
Para esto, aquí mi vida. |
Cabecita loca, llena de ganas de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario