sábado, 28 de julio de 2012

Éste es mi "Hasta Luego" (Pronto volveremos a vernos)


Aquí estoy, enfrente de un teclado a ver como escribo ésto.

Voy a estar 19 días, eternos, fuera de aquí, a la otra punta del planeta. Quiero que pienses que no estoy allí. Que sigo aquí, como esas temporadas que tenemos sin vernos. Que me sigas echando de menos, pero que imagines que yo sigo aquí, en mi habitación, compartiendo palabras a través de la misma pantalla, en el mismo sitio, a las mismas horas y con la misma sonrisa.

Que me mandes algún mensaje, algún día, haciéndome ver que te acuerdas, aunque sea un poquito, de mí. Que llegue a casa de haber recorrido un poco más de América, y sonreír al ver algunas palabritas tuyas. Alguna sonrisa más, quizás por alguna bobada que me digas, o quizás seguida de una lágrima que la empapará durante unos segundos. Y luego saborearé ese salado tan dulce salido de mi lacrimal.

Tengo miedo a irme, como ya te he dicho. No quiero que nada cambie durante estos días sin mí. Pero nada, absolutamente nada. Intentémoslo, ¿Vale?

Que cuando vuelva me encuentre tus brazos tan abiertos como siempre, sin Jet Lag y sin mierdas de esas. COMO SIEMPRE. Que me des los dos besos de siempre (o uno en su defecto), y me estrujes entre tus brazos. Que al verme te salga una sonrisa que se escape de tu cara. Que demuestre que me has echado de menos. Que demuestre que te alegras de volver a tenerme a tu lado.



PD: Ésto va personalmente para cada uno de los que más voy a echar de menos. Ya sabéis quienes sois.
Os voy a echar muchísimo de menos.

sábado, 14 de julio de 2012

Ficción... realidad... ¿Quién sabe lo que siento?


Papel. Boli. Sentimientos.
Esencial para comenzar a describir lo que siento.

Estaría mejor ahí, contigo.
Pero estoy peor, aquí, sin mi.

Puñaladas segundo tras segundo que rompen mi máquina en mil pedazos, y cada día más. Y más.
Rayadas, al irte a la cama, y almohadas empapadas en lágrimas infinitamente saladas, que roban tus miles de minutos.

Un tiempo, sin ¿Quién? ¿Tú o yo? Quién sabe...

Ya no soporto más todo esto. Quiero seguir pero los límites, aún incalculados vuelven y vuelven a volver.

Esa diferencia entre tú conmigo, y tú, conmigo y con más.

Te molestaba, ¿no? Ya sabes cual patada es para mí.

Hemos de ser diferentes al resto de la gente. Hemos de comportarnos como si de dos extraños se tratara. Hemos de aguantar las ganas. Hemos de morir deseando secar lágrimas.

No verte, no oír la voz que adoraba oír cada mañana, no sentir esas manos deslizarse sobre mi piel, no morder esos labios sabor... no lo sé.

No haber vuelto a probar el veneno que me activa, y saber que quizás no lo vuelvo a probar jamás... Me sobrevuela los pensamientos.

Lágrimas. Miles de ellas. Ya no cada noche, ya no por semana, ya no por ti, sino por mi.

Horas ¿Gastadas? Pensando en ti, y quizás en mi. Dejarme aparte es un error, hacerlo contigo, desolación.

Yo no quiero veranos sin tu calor. Ya solo quiero inviernos envueltos en frío, edredón y manta. Mañanas heladas con la nariz de payaso, y que pudieras cambiarlo con un solo tacto.

Payaso... ¿Payaso? Quizás es lo que hago. El payaso.
¡NO! No lo creo... Solo sigo mi instinto de fiera devoradora de mi propio corazón. Le desgastaré el milímetro, pero al menos he sentido.

Siento y sentiré, que sin ti, mi piel ya no es ni piel, ni mis besos quieren otro dueño, ni mi boca cree en la derrota.

jueves, 5 de julio de 2012

B.


Han sido tiempos difíciles los últimos que le han tocado vivir. Pero ella camina, con la cabeza bien alta, erguida para continuar dando golpes a la vida. Y sigue, con tiempo y sin él. Libre y prisionera de los ojos de aquel que le quita el sueño. Esos ojos que cada vez que la miran, la cautivan por completo casi sin darse cuenta. Esos en los que se refleja su mirada de niña invisible al mundo. De esto que sea esencial, que la hace invisible, nacen los motivos para cada día darse un poco más de sí y aguantar a las duras y a las maduras contra el mundo.

La gente la mira y la admira. Por su fortaleza, por sus ganas de hacerlo todo, por sus pocos ratos libres que dedica a quien lo necesita, por esos oídos abiertos a cada ser que se le presente y esa capacidad de cerrar el pico cuando se tercie. Por esa cabeza loca que lo da todo por ver sonreír a quienes quiere. Por ese espíritu libre que no sabe parar quieto. Por esa sonrisa enorme que muestra para hacernos sonreír a los demás. Por esa voz cantante que armoniza absolutamente todo lo que la rodea. Por esa capacidad de hacernos sonreír como niños cada vez que la vemos en acción. Por ese aire que peina su pelo, que de sólo rozarla se aviva el sol.

Que me quema si no está aquí.

Que me abrasa si no la tengo.


Como el sol a la mañana.

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.