sábado, 3 de noviembre de 2012

Fraudulento intento de invierno.


Hacía frío, era de noche y la espesa niebla cegaba mis párpados. De repente entraste, y no sabía dónde meterme. Me buscabas y yo miraba sin querer verte. Sin embargo, las voces de mi alrededor me señalaban como culpable. Y así era imposible buscar cualquier escondite que me agazapara entre la multitud, evitando tus ojos, asesinos de mi razón.

Corriendo hacia atrás, tapando mi rostro con mi pelo, recién alisado, suave como la seda, deseoso de volver a ser peinado. Y tú, buscando a toda prisa mis labios entre tantos, sólo los míos, recién pintados.

La gente sucumbía a nuestra busca, pero yo me escondía, miedica, entre tanto barullo.
Poco a poco la muchedumbre fue desapareciendo, desvaneciéndose en figuras que acabaron siendo transparentes a mis ojos. Ya sólo te veía a ti. Pero no te quería cerca. Que permanecieras ahí, inquieto y paralizado, era lo mejor que me hubiese podido ocurrir esa noche. Pero no fue así, Tú, arrancaste a encontrar mis ojos, a quemar mi piel. A llenar el pañuelo de sollozos en mi amanecer.

Tú y tu tozudez, y yo y mi ignorancia, hicieron que aquella noche valiera la pena, aunque acabásemos hartos a cerveza. Y a la mañana dando mil vueltas a la cabeza.
Y ahora si, resurge mi nostalgia, así de repente, llegando consigo mi alma encadenada, que encontró su llave aquella madrugada.

Aquella noche todo fue sueño, emoción, escalofrío y temblor.

Dormimos, crecimos y creímos. Y así, lo vivimos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.