miércoles, 11 de abril de 2012

Primer vuelo a tu sonrisa.

[15-02-2012]
 Clama una voz saliente de unos altavoces un número que me causa estragos: Vuelo 222. Y mi voz se para. Mi garganta seca quisiera gritar mi interior. Mis ojos inundan un océano desértico, de arena blanca y espuma marrón. Suciedad en mí. Quiero salir. Miro la pantalla y decido moverme, pero algo me lo impide. Mis piernas se anclan al suelo. Y tiemblan. No me mantengo, y poco a poco me desvanezco. Siento frío, miedo, vapor, por mi piel escalofríos. A punto de llegar al suelo, una mano por detrás y siento un suspiro.

 La voz. Esa voz. Una voz suave y ronca, no demasiado grave, dulce, caramelo. Mis ojos se vuelven a abrir. Mi voz se llena de fuerza. Mis piernas responden y doy la vuelta. Aquí está. Que no me vaya, me dice. Que no puede vivir sin mí, repite. Y yo me pierdo en sus ojos,entro a su cascada infinita. Profundidad enteramente plena que me otorga fuerzas. De repente vuelvo. ¡NO! No quería. Deseo perderme en su piel. Ardiente pedazo de ser, que dueles y curas. Cómo duele el "deseo sin poderlo". Sin saber lo que me pasa, mis piernas tiran de mí hacia la puerta de embarque. Mi cabeza dice "¡corre!". Mi corazón grita "¡vuelve!". Sé que no puedo dejar ésto pendiente de un hilo. Sé que no puedo irme. Pero mi cuerpo es lo que quiere.

Repentinamente, bajo el arco de seguridad, masas empujan a ésta niña débil perdida en el aeropuerto. De un lado, la gente empuja. De otro El guardia me intenta hacer pasar
. Pero está al fondo. mirando cómo esa pequeña parte suya se desvanece. Se va a perder entre las masas. Sus ojos me muestran su dolor irremediable. Y me sacude. Y no puedo con tanta presión.
 Echo a correr hacia sus brazos. Acelero, y a diez centímetros me detengo. Le miro. Me pierdo. En su todo y en su nada.

"Debía cojer un vuelo", le digo. "Pero tu sonrisa me parece mejor destino".

Y en un suspiro, sus labios de caramelo invaden los míos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.