sábado, 22 de septiembre de 2012

¿Promesa otoñal?

Llega el otoño, sí. De nuevo. Otro otoño más que pasaré seguramente como los demás. Haciéndome vagas ilusiones de pasar una tarde fría y de hojas cayendo vaporosamente por le paseo central de algún parque agarrada a alguna mano que me haga sentir calor, envuelta en mi bufanda y mi abrigo, sintiendo los últimos rayos de sol en mi espalda y dispuesta a recibir un abrazo cálido y cariñoso, como los de antes. 
Ha pasado mucho tiempo ¿sabes? Tú igual no te das cuenta, y yo no lo cuento, pero sé perfectamente cuando empezó todo, aunque no le quiera poner fecha, y que sé que se acerca el momento. Y sé que o sé qué hacer, ni contigo ni conmigo. Lo único que sé es que este otoño no quiero para nada que sea como los demás. Quiero tardes de frío que cala hasta los huesos tomando un café caliente en algún bar después de un paseo interminable y espléndido, pero no sola, como los demás otoños. No sola, a tu lado. 
Quiero un otoño cálido, que las hojas que van a caer sean testigos de nuestras bocas fundiéndose poco a poco a grados bajo cero. Un otoño en el que me levante por las mañanas con ganas de empezar cada día. Con ganas de que llegue el momento de la semana en que verte. En el que ver que me sonríes unos metros antes de que te estruje entre mis brazos y que al llegar se junten nuestros labios. Y que seas tú, y no otro el que me pellizque la nariz, el que no suelte mi mano, el que me dé un beso en medio de un paso de cebra, con el que comer conguitos una tarde cualquiera, el que quiera que nadie más me quiera.
Sé que no puedes prometer nada. Sé que yo tampoco. Pero me da igual, ésta vida esta para aprovecharla, sea a hora o mañana. Y ahora sé lo que quiero, lo que tengo, y lo que necesito.
Prométeme este otoño, y te prometo no arrepentirte.

Atentamente, casi tuya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.