sábado, 14 de julio de 2012

Ficción... realidad... ¿Quién sabe lo que siento?


Papel. Boli. Sentimientos.
Esencial para comenzar a describir lo que siento.

Estaría mejor ahí, contigo.
Pero estoy peor, aquí, sin mi.

Puñaladas segundo tras segundo que rompen mi máquina en mil pedazos, y cada día más. Y más.
Rayadas, al irte a la cama, y almohadas empapadas en lágrimas infinitamente saladas, que roban tus miles de minutos.

Un tiempo, sin ¿Quién? ¿Tú o yo? Quién sabe...

Ya no soporto más todo esto. Quiero seguir pero los límites, aún incalculados vuelven y vuelven a volver.

Esa diferencia entre tú conmigo, y tú, conmigo y con más.

Te molestaba, ¿no? Ya sabes cual patada es para mí.

Hemos de ser diferentes al resto de la gente. Hemos de comportarnos como si de dos extraños se tratara. Hemos de aguantar las ganas. Hemos de morir deseando secar lágrimas.

No verte, no oír la voz que adoraba oír cada mañana, no sentir esas manos deslizarse sobre mi piel, no morder esos labios sabor... no lo sé.

No haber vuelto a probar el veneno que me activa, y saber que quizás no lo vuelvo a probar jamás... Me sobrevuela los pensamientos.

Lágrimas. Miles de ellas. Ya no cada noche, ya no por semana, ya no por ti, sino por mi.

Horas ¿Gastadas? Pensando en ti, y quizás en mi. Dejarme aparte es un error, hacerlo contigo, desolación.

Yo no quiero veranos sin tu calor. Ya solo quiero inviernos envueltos en frío, edredón y manta. Mañanas heladas con la nariz de payaso, y que pudieras cambiarlo con un solo tacto.

Payaso... ¿Payaso? Quizás es lo que hago. El payaso.
¡NO! No lo creo... Solo sigo mi instinto de fiera devoradora de mi propio corazón. Le desgastaré el milímetro, pero al menos he sentido.

Siento y sentiré, que sin ti, mi piel ya no es ni piel, ni mis besos quieren otro dueño, ni mi boca cree en la derrota.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Conocerme? Atrévete.

Mi foto
Somos lo que el mundo nos deja ser. Soy lo que mi rebelión contra el mundo me hace ser. Soy una sonrisa pegada a una cara. Un sueño inés-perado que me hizo creer en mí. Soy una melodía que suena infinitas veces durante el día. Soy la armonía más desorganizada que pudieses encontrar y la chica cuyos sueños son imposibles, pero sigue soñando pese a todo. Un espíritu luchador que NUNCA, ¿me has oído? NUNCA, se cansa.