Ahí está ella y ahí la luna.
La mira, es noche de luna naranja. De
esa enorme luna que inunda el cielo con su espeso anaranjado
incandescete. Enorme en el cielo helado del primero de Mayo.
Le dan ganas de saltar en marcha, de
vuelta a casa. De saltar en marcha de su vida. De detenerlo todo un
momento y dejarlo estar. Todo.
La mira y ella le dice cantándole
dulces nanas, que nada es imposible, excepto el equilibrio.
Le recuerda todos los momentos del
pasado y le rememora que todo lo mejor está aún por llegar. Le da a
ver las oportunidades que tiene para barajar, y aquellas que debe
abandonar.
Y cada ínfima parte de su cuerpo,
comienza a temblar.
Recordando todo el tiempo pasado, las
experiencias que la hicieron aprender, y todo lo que la ha hecho ser
como es. Dándose cuenta de que todo lo que debe hacer es dejarlo
estar. Todo. Que se restablezca por si mismo. Ser más fuerte de lo
que nunca ha sido y estar más alerta de lo que nunca ha estado. Esa
es su particular filosofía de vida.
Pero los buenos momentos vuelven...y la
atormentan.
La dejan sin aliento y siente que ése
es su último suspiro... antes de dar un paso más. Piensa en todo,
todo lo que la deja vivir. Pero no puede apartar su mente de lo que
lleva días rondando su cabecita loca. El simple reflejo lejano de
que algo diferente quiere que ocurra. No es necesario ser normal,
seguir las masas, reflejarte en el espejo de todo el mundo. Ella
tiene su propio espejo y sabe perfectamente que debe mirarse sólo en
él. Ese reflejo de su alma, incandescente, como esa luna. Que a la
vez de decirla que lo deje estar, le dice que no hay que dar nada por
perdido. Seguir la lucha contínua y ese pulso cabeza-corazón que
tanto tiempo la lleva produciendo esos escalofríos.
Lucha contra sus impulsos, pero a la
vez está deseando dejarse llevar. Está atada de pies y manos
esperando una señal para hacerlo, y aunque las tiene, no lo hace.
¿Porqué? Se pregunta a sí misma.
Es perder oportunidades, y ya se está
cansando de aguantar. Un día de éstos, caerá a sus pies. Y aún
así, no es ella quien va a perder.
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